INFRAESTRUCTURA
El grupo indígena maya-chuj es un pueblo de frontera. Desde la firma del Tratado Internacional entre México y Guatemala (1882), mediante el cual se definieron los límites vigentes, algunos integrantes del pueblo chuj se asentaron en territorio mexicano. En unas cuantas décadas, esta población se incrementó en decenas de familias en varias comunidades. Cien años más tarde ocurrió el éxodo masivo de guatemaltecos, que incluía a miles de chuj, en busca de refugio en tierra mexicana. Después de los Acuerdos de Paz en el vecino país, muchas familias optaron por integrarse a México; fue así como se incrementó la población maya-chuj mexicana. La concomitancia de las dos identidades el ser chuj y ser mexicano ha sido difícil de reconocerse y de establecerse. La esperanza de lograr su armonía se construye con base en la dignidad y con los recursos de una cultura milenaria, que se refrenda en los actos de respeto y que reconoce la trascendencia.
Los habitantes de San Mateo Ixtatán y alrededores tienen acceso a cinco escuelas de primaria, dos públicas y tres privadas. De hecho, existen 55 escuelas de primaria repartidas por todo el municipio, pero aún así, el analfabetismo alcanza el 70% en la población adulta: muchos habitantes rurales no tienen acceso continuo a la escolarización, muchos niños no pueden permitirse el asistir a la escuela, y muchos otros se ven forzados a confiar en la educación por radio.
San Mateo cuenta con un sistema de canalización de agua mediante cañerías que llegan a la mayoría de las casas y a una pila pública. Sin embargo, muchas aldeas del municipio no tienen un acceso al agua tan regular: el 20% de la población obtiene el agua de ríos, pozos, manantiales y depósitos para el agua de lluvia, el agua que reciben las casas no pasa por ningun sistema de tratamiento, por lo tanto no es potable. Las casas y los edificios del centro tienen electricidad, no así el 27% de la población.
En San Mateo, el 72% de las casas están hechas de materiales tradicionales, como el adobe, la arcilla o la madera (típico de las casas de los alrededores), mientras que el resto están construidas a base de bloques de hormigón (típico de las casas del centro). Los suelos suelen ser también de hormigón, o bien cubiertos con baldosas.
Hay un centro de salud del gobierno en el que trabajan enfermeros locales y un médico que entre semana viaja desde la cabecera municipal de Huehuetenango para pasar consulta. El médico no habla chuj, lo que supone un gran obstáculo en el cuidado de la salud de la comunidad, ya que muchos pacientes son mujeres y niños que no hablan español. También existe una clínica auspiciada por la parroquia católica.Cuatro estudiantes chuj de medicina se hallan en la Escuela Latinoamericana de Medicina (Cuba), hecho que supone la consecución de uno de los grandes sueños de la Asociación y de la Fundación Ixtatán: tener profesionales chuj realizando el trabajo que hasta ahora siempre han llevado a
San Mateo cuenta con un sistema de canalización de agua mediante cañerías que llegan a la mayoría de las casas y a una pila pública. Sin embargo, muchas aldeas del municipio no tienen un acceso al agua tan regular: el 20% de la población obtiene el agua de ríos, pozos, manantiales y depósitos para el agua de lluvia, el agua que reciben las casas no pasa por ningun sistema de tratamiento, por lo tanto no es potable. Las casas y los edificios del centro tienen electricidad, no así el 27% de la población.
En San Mateo, el 72% de las casas están hechas de materiales tradicionales, como el adobe, la arcilla o la madera (típico de las casas de los alrededores), mientras que el resto están construidas a base de bloques de hormigón (típico de las casas del centro). Los suelos suelen ser también de hormigón, o bien cubiertos con baldosas.
Hay un centro de salud del gobierno en el que trabajan enfermeros locales y un médico que entre semana viaja desde la cabecera municipal de Huehuetenango para pasar consulta. El médico no habla chuj, lo que supone un gran obstáculo en el cuidado de la salud de la comunidad, ya que muchos pacientes son mujeres y niños que no hablan español. También existe una clínica auspiciada por la parroquia católica.Cuatro estudiantes chuj de medicina se hallan en la Escuela Latinoamericana de Medicina (Cuba), hecho que supone la consecución de uno de los grandes sueños de la Asociación y de la Fundación Ixtatán: tener profesionales chuj realizando el trabajo que hasta ahora siempre han llevado a